Ver a tu perro orinar en casa cuando no debería puede ser frustrante, pero antes de regañar, es crucial entender que podría no ser un problema de comportamiento, sino de salud. La incontinencia en perros es la pérdida involuntaria de orina, y aunque es más común en perros mayores o esterilizados, puede afectar a cualquier can. Pero no te preocupes, ¡hay esperanza y soluciones!
La incontinencia no es una enfermedad en sí misma, sino un síntoma de una condición subyacente. Las causas son variadas y pueden ir desde problemas menores hasta afecciones más serias:
Esta es la causa más común, especialmente en perras esterilizadas de mediana a avanzada edad. El esfínter que controla la salida de la orina se debilita y no cierra completamente.
Una infección puede irritar la vejiga, causando urgencia y dificultad para retener la orina.
La deficiencia de estrógenos en perras esterilizadas o, menos común, de testosterona en machos castrados, puede afectar el tono muscular del esfínter.
Lesiones en la médula espinal, hernias discales o enfermedades degenerativas pueden afectar los nervios que controlan la vejiga.
Obstrucciones o masas dentro de la vejiga pueden causar irritación e incontinencia.
Algunos perros nacen con defectos estructurales en el tracto urinario, como uréteres ectópicos (conductos que no desembocan correctamente en la vejiga).
Condiciones como la diabetes (que aumenta la sed y la producción de orina) o la enfermedad renal crónica pueden llevar a una mayor frecuencia urinaria y, eventualmente, a la incontinencia.
Aunque menos común, la micción por sumisión o excitación, o la ansiedad por separación, pueden confundirse con incontinencia.

Si bien cualquier perro puede desarrollar incontinencia, algunas razas tienen una predisposición genética o anatómica:
Razas Grandes y Gigantes: Labrador Retrievers, Golden Retrievers, Doberman Pinschers, Boxers, Pastores Alemanes y Rottweilers son más propensos a la IUS, especialmente las hembras esterilizadas.
Spaniels: Los Cocker Spaniels y Springer Spaniels también muestran una mayor incidencia de IUS.
Razas con Predisposición a Problemas Neurológicos: Dachshunds (por problemas de espalda), pueden desarrollar incontinencia secundaria a estas afecciones.
Razas con Predisposición a Uréteres Ectópicos: Siberian Huskies, Golden Retrievers, Labrador Retrievers, Newfoundlands y West Highland White Terriers.
El tratamiento depende enteramente de la causa subyacente. Por eso, el diagnóstico veterinario es el primer y más crucial paso.
Tratamiento Farmacológico
Fenilpropanolamina (PPA): Es el medicamento más común para la IUS. Ayuda a fortalecer el esfínter uretral.
Dietilestilbestrol (DES) o Estriol: Terapia hormonal para perras esterilizadas con deficiencia de estrógenos.
Antibióticos: Si la causa es una ITU.
Medicamentos para la vejiga: En casos de vejiga hiperactiva o espasmos.
Paseos Frecuentes: Sacar a tu perro más a menudo, especialmente antes de dormir y al despertar, puede ayudar a vaciar la vejiga.
Camas Absorbentes/Pañales: Para proteger muebles y suelos, y mantener a tu perro cómodo y limpio.
Higiene: Limpiar la zona genital regularmente para prevenir irritaciones o infecciones de la piel.
Control de Peso: El sobrepeso puede ejercer presión adicional sobre la vejiga.
Dieta: En algunos casos, una dieta específica puede ayudar a controlar la producción de orina o la formación de cálculos.
Cirugía:
Para Uréteres Ectópicos: Corrección quirúrgica de la anomalía.
Para Cálculos o Tumores: Extracción quirúrgica.
Implantes o Inyecciones: En casos severos de IUS que no responden a la medicación, se pueden considerar inyecciones de colágeno o implantes para aumentar la resistencia del esfínter.
Si notas cualquier signo de incontinencia, no lo dudes: ¡llama a tu veterinario de inmediato!
Es fundamental no asumir que es "solo vejez" o un problema de comportamiento. Una evaluación temprana puede:
Identificar la causa: Un diagnóstico preciso es clave para un tratamiento efectivo.
Prevenir complicaciones: Las infecciones no tratadas pueden ascender a los riñones, y otras condiciones pueden empeorar.
Mejorar la calidad de vida de tu perro: Un tratamiento adecuado puede devolverle la comodidad y la dignidad.
Ahorrarte frustraciones: Entender la causa te ayudará a manejar la situación con paciencia y empatía.
Tu veterinario realizará un examen físico completo, análisis de orina, posiblemente análisis de sangre, radiografías o ecografías para determinar la causa exacta de la incontinencia.
La incontinencia en perros es un desafío, pero con el diagnóstico y tratamiento adecuados, la mayoría de los perros pueden llevar una vida feliz y cómoda. Tu paciencia y amor son tan importantes como la intervención médica.