Como dueños de mascotas, siempre buscamos lo mejor para nuestros compañeros felinos. Y cuando hablamos de su salud, bienestar y una vida plena, la esterilización emerge como una de las decisiones más importantes y beneficiosas que podemos tomar. Lejos de ser un simple procedimiento, es un acto de amor y responsabilidad que impacta positivamente tanto en la vida de tu gato como en la comunidad.
La esterilización de gatos es un procedimiento quirúrgico común y seguro que consiste en la extirpación de los órganos reproductores del felino. En las hembras se denomina ovariohisterectomía (extirpación de ovarios y útero), y en los machos, castración (extirpación de los testículos).
En Hembras: Previene tumores mamarios (especialmente si se realiza antes del primer celo), infecciones uterinas (piometra) y quistes ováricos, condiciones que pueden ser graves y potencialmente mortales.
En Machos: Elimina el riesgo de cáncer testicular y reduce la incidencia de problemas prostáticos.
Menos Marcaje y Agresión: Los machos castrados suelen reducir drásticamente el marcaje con orina y la agresividad territorial.
Fin de los Celos y Maullidos Excesivos: Las hembras esterilizadas no experimentarán ciclos de celo, lo que significa menos maullidos constantes, nerviosismo y el deseo de escapar.
Menos Escapadas: Al no tener el impulso reproductivo, los gatos esterilizados tienen menos tendencia a deambular en busca de pareja, reduciendo el riesgo de accidentes (atropellos), peleas con otros animales o exposición a enfermedades.
Control de la Sobrepoblación: Este es un pilar fundamental. Cada año, miles de gatos son abandonados o sacrificados debido a la falta de hogares. La esterilización es la herramienta más efectiva para combatir la sobrepoblación y reducir el número de animales sin hogar.
La recomendación general de los veterinarios es realizar la esterilización entre los 5 y 6 meses de edad, antes de que alcancen la madurez sexual y, en el caso de las hembras, antes de su primer celo. Sin embargo, algunos profesionales y programas de control de población abogan por la esterilización temprana (a partir de las 8 semanas de edad o cuando alcanzan un peso adecuado), con excelentes resultados y una recuperación aún más rápida en gatitos jóvenes.
Siempre consulta con tu veterinario para determinar el momento óptimo para tu gato, basándose en su salud individual y desarrollo.

La recuperación de la esterilización suele ser rápida y sin complicaciones, pero requiere de tu atención y cuidado.
Prepara un lugar cómodo, limpio y tranquilo donde tu gato pueda descansar sin interrupciones. Una cama suave en una habitación con poca actividad es ideal.
Observa a tu gato de cerca durante las primeras 24-48 horas. Es normal que esté un poco adormilado o desorientado por la anestesia.
Evitar Lamer o Morder: Es crucial que el gato no se lama o muerda la herida. Tu veterinario probablemente te recomendará un collar isabelino (cono) o un body post-quirúrgico. ¡Es incómodo, pero vital para prevenir infecciones y la apertura de los puntos!
Revisa la Herida Diariamente: Busca signos de enrojecimiento excesivo, hinchazón, secreción o mal olor. Un poco de enrojecimiento es normal, pero cualquier cambio preocupante debe ser comunicado al veterinario.
Mantén la Herida Seca y Limpia: Evita bañar a tu gato hasta que el veterinario lo autorice, generalmente después de retirar los puntos o cuando la herida esté completamente cicatrizada.
Limita la actividad física de tu gato durante 7-14 días, según la indicación de tu veterinario. Evita saltos, juegos bruscos o escaladas que puedan forzar la incisión.
Administra cualquier analgésico o antibiótico recetado por el veterinario exactamente como se indica.
Acude a todas las citas de revisión programadas para que el veterinario evalúe la recuperación y retire los puntos si es necesario.
Después de la esterilización, el metabolismo de tu gato puede cambiar. Tienden a tener una menor necesidad energética y un mayor riesgo de ganar peso si no se ajusta su dieta.
Primeras Horas: Ofrece pequeñas cantidades de agua y comida blanda como comida húmeda, unas horas después de que el gato esté completamente despierto y alerta. Algunos gatos pueden tener náuseas al principio.
Transición a Dieta para Esterilizados: Una vez recuperado, considera cambiar a un alimento formulado específicamente para gatos esterilizados. Estas dietas están diseñadas para:
Controlar el Peso: Con un menor contenido calórico y un equilibrio de nutrientes que ayuda a mantener un peso saludable.
Salud Urinaria: A menudo contienen ingredientes que promueven la salud del tracto urinario, ya que los gatos esterilizados pueden ser más propensos a problemas urinarios.
Control de Porciones: Es fundamental medir las porciones de comida y evitar la alimentación a libre demanda para prevenir el sobrepeso y la obesidad. Consulta con tu veterinario sobre la cantidad adecuada para tu gato.
La esterilización es una inversión en la salud, el comportamiento y la longevidad de tu gato. Es una decisión que demuestra tu compromiso con su bienestar y con la reducción del sufrimiento animal. Habla con tu veterinario para planificar este importante paso. Tu gato te lo agradecerá con años de compañía feliz y saludable.