Siempre queremos lo mejor para nuestros compañeros felinos. Pero a veces, un picor persistente puede ser señal de algo más serio: la sarna. No te preocupes, estamos aquí para desglosar todo lo que necesitas saber.

¿Qué es la Sarna en Gatos? El Enemigo Invisible

La sarna felina, también conocida como escabiosis, es una enfermedad de la piel causada por unos diminutos ácaros parásitos que se entierran en la piel de tu gato. Estos ácaros provocan una irritación intensa, lo que lleva a un rascado constante y, si no se trata, a problemas cutáneos más graves.

¿Por Qué se Da y Cómo se Propaga?

Principalmente, la sarna en gatos es causada por dos tipos de ácaros:

  • Otodectes cynotis (Ácaro del oído): El más común, causando sarna otodéctica. Vive en el canal auditivo y provoca picor intenso, cera oscura y costras.
  • Notoedres cati (Ácaro de la sarna felina): Menos común pero más agresivo. Se extiende por todo el cuerpo, especialmente en la cabeza, cuello y patas, causando piel engrosada, pérdida de pelo y costras.

¿Cómo se contagia?

Generalmente, por contacto directo con otro animal infectado. Gatos que frecuentan estar al exterior, que conviven con otros animales o que provienen de entornos con poca higiene son más propensos.

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¡Prevenir es Curar! Cómo Evitar la Sarna

La prevención es tu mejor arma:

  • Revisiones Veterinarias Regulares: Un chequeo anual puede detectar problemas antes de que se agraven.
  • Control de Parásitos Externos: Utiliza productos antiparasitarios recomendados por tu veterinario (pipetas, collares, pastillas) de forma regular.
  • Higiene del Entorno: Mantén limpio el espacio de tu gato, especialmente si ha estado en contacto con otros animales.
  • Aislamiento de Gatos Nuevos: Si adoptas un nuevo gato, mantenlo separado de tus otras mascotas hasta que un veterinario lo revise y confirme que está libre de parásitos.
  • Evita el Contacto con Animales Callejeros: Minimiza las interacciones de tu gato con animales desconocidos o con signos de enfermedad.

¿Cómo se Cura? La Clave es la Intervención Veterinaria

Si sospechas que tu gato tiene sarna, ¡no intentes automedicarlo! La sarna requiere un diagnóstico y tratamiento profesional.

El veterinario:

  1. Diagnosticará: Mediante un raspado de piel o un examen otoscópico para identificar el tipo de ácaro.
  2. Prescribirá el Tratamiento: Esto puede incluir:
    • Medicamentos acaricidas: En forma de pipetas, inyecciones, baños o medicamentos orales.
    • Tratamiento para las lesiones secundarias: Antibióticos para infecciones bacterianas o antiinflamatorios para reducir el picor y la inflamación.
    • Limpieza de oídos: En casos de sarna otodéctica.

El tratamiento suele durar varias semanas y es crucial seguir las indicaciones del veterinario al pie de la letra para asegurar la erradicación completa de los ácaros.

¿Cuándo Debes Acudir al Veterinario? ¡No Pierdas Tiempo!

Acude al veterinario inmediatamente si observas cualquiera de estos signos:

  • Rascado excesivo y persistente: Especialmente si es más de lo habitual.
  • Pérdida de pelo: Zonas calvas, especialmente alrededor de las orejas, cara y cuello.
  • Piel enrojecida, inflamada o con costras: Lesiones visibles en la piel.
  • Heridas o llagas: Causadas por el rascado intenso.
  • Cera oscura y abundante en los oídos: Con mal olor o signos de dolor al tocar las orejas.
  • Cambios de comportamiento: Irritabilidad, letargo o falta de apetito debido al malestar.

La Alimentación: Un Aliado en la Recuperación y Prevención

Aunque la alimentación no cura la sarna directamente, juega un papel fundamental en la salud general de tu gato y en su capacidad para recuperarse y resistir enfermedades:

  • Fortalece el Sistema Inmunológico: Un alimento para gatos que se convierta en una dieta de alta calidad, rica en proteínas, vitaminas (especialmente A y E) y minerales (como el zinc), ayuda a mantener un sistema inmune robusto. Un gato con buenas defensas es más resistente a las infecciones secundarias y se recupera mejor.
  • Salud de la Piel y el Pelaje: Los ácidos grasos Omega-3 y Omega-6 (presentes en aceites de pescado o linaza) son esenciales para una piel sana y un pelaje fuerte. Una piel bien nutrida es una barrera más eficaz contra los parásitos y se cura más rápido de las lesiones.
  • Reducción del Estrés Oxidativo: Los antioxidantes en la dieta (frutas y verduras en pequeñas cantidades, si tu gato las tolera, o suplementos específicos) pueden ayudar a combatir el daño celular y apoyar la recuperación.

Ofrece a tu gato un alimento balanceado y de calidad premium. Consulta con tu veterinario si un suplemento nutricional específico podría beneficiar a tu gato durante o después del tratamiento de la sarna.

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