Siempre queremos lo mejor para nuestros compañeros felinos. Pero a veces, un picor persistente puede ser señal de algo más serio: la sarna. No te preocupes, estamos aquí para desglosar todo lo que necesitas saber.
La sarna felina, también conocida como escabiosis, es una enfermedad de la piel causada por unos diminutos ácaros parásitos que se entierran en la piel de tu gato. Estos ácaros provocan una irritación intensa, lo que lleva a un rascado constante y, si no se trata, a problemas cutáneos más graves.
Principalmente, la sarna en gatos es causada por dos tipos de ácaros:
Generalmente, por contacto directo con otro animal infectado. Gatos que frecuentan estar al exterior, que conviven con otros animales o que provienen de entornos con poca higiene son más propensos.
La prevención es tu mejor arma:
Si sospechas que tu gato tiene sarna, ¡no intentes automedicarlo! La sarna requiere un diagnóstico y tratamiento profesional.
El tratamiento suele durar varias semanas y es crucial seguir las indicaciones del veterinario al pie de la letra para asegurar la erradicación completa de los ácaros.
Acude al veterinario inmediatamente si observas cualquiera de estos signos:
Aunque la alimentación no cura la sarna directamente, juega un papel fundamental en la salud general de tu gato y en su capacidad para recuperarse y resistir enfermedades:
Ofrece a tu gato un alimento balanceado y de calidad premium. Consulta con tu veterinario si un suplemento nutricional específico podría beneficiar a tu gato durante o después del tratamiento de la sarna.